Sitio muy sucio, el pan con moho, las mesas sucias y los baños.... mejor ni entres. Por no hablar del trato a los animales, tienen unos perros a la entrada encerrados en condiciones lamentables, rodeados de heces y cadáveres de animales podridos, el olor era nauseabundo y no tenían ni agua ni comida

Increíblemente pésimo.
Fuimos una familia de 4 personas Después de esperar más de media hora, solo traen un plato de cuatro, justo a la hora de haber pedido, vienen con que pida otra cosa, que uno de los platos ya no los tienen.
Cuando ya no tenemos ni hambre, a la hora y cuarto traen unas presas quemadas por fuera y crudas por dentro.
Carne que se tuvieron que comer la mayor parte, los perros.

El lugar es muy bonito pero el restaurante está muy descuidado, poco limpio y mantenido, lleno de perros vagabundos que se acercaban a ti cuando estás sentado para comer y no se separaban. El problema es que dichos animales daban pena por su mal estado y temíamos a pulgas y garrapatas. La comida pasable y normal de precio. No estábamos disfrutando mientras almorzamos por la situación con los animales. Cuando lo comentamos a los camareros no dieron solución alguna. Un restaurante debe tener unas normas de higiene y limpieza y que sus clientes por lo menos coman tranquilos.

Los precios caros y en la carta ilegal no dice nada de extras, la sorpresa viene en el ticket cuando pretenden cobrarnos 14 servicios (1.30€ por persona) de poco pan cuando éramos 11, nos pusieron al sol y nos dijeron que no había sombrillas y más tarde las sacaron para otras personas, el montadito de pollo con pan pegajoso. No volveremos y mal experiencia y jamás se lo aconsejaremos a nadie, mejor llevarse bocadillos para conocer esa zona, roban en los precios porque hay que ganar por los meses que después están cerrados 🙋🏻‍♂️

La comida buena, aunque algunos platos salieron fríos.
Los camareros parece que te están haciendo un favor, contestaban con mala educación, en incluso nos han ignorado varías veces, tanto que hemos tenido que levantarnos para buscar a nuestra camarera para que nos tomase nota en tres ocasiones.

Entendemos que el servicio puede estar desbordado pero no han sabido gestionarlo ni tratar con educación a sus clientes. Íbamos para pasar un buen rato en familia y el trato de los camareros nos ha aguado la velada.