La casa está situada en un entorno muy tranquilo, con vistas muy buenas e ideal para conocer la zona tanto hacia el norte como el sur. Rodalquilar nos encantó. La casa está muy bien, tiene una azotea y una terracota en la entrada que han sido un paraíso para nuestras cenas y desayunos. El mayor inconveniente fueron los colchones. Por lo demás todo correcto. Dolo, perfecta anfitriona tanto en la acogida como en la propuesta de playas y salidas. Seguro que repetiremos porque nos ha quedado mucho por disfrutar.

La casa esta ubicada dentro del pueblo pero en una zona de Rodalquilar muy tranquila, orientada al Norte garantizando una buena temperatura en los meses mas calurosos, La casa esta muy equipada, y es muy de valorar que si la temperatura lo requiere cuenta con estufa de leña y bomba de calor. Tiene una pequeña terraza en la planta baja que es ideal para disfrutar de las fantásticas vistas que tiene al Jardín botánico y al monte. El la ultima planta cuenta con una amplia terraza/ solarium que da mucho juego para el tema siesta/barbacoa "extremar la seguridad en ambos casos". (jejeje)...
Nosotros estuvimos dos personas con nuestros dos perrillos y pasamos unos días espectaculares, descansando, paseando hasta las playas y disfrutando de las tapas y la amabilidad de sus gentes.
En cuanto a Dolo la propietaria se porto de manera muy atenta pero sin entrometerse, cosa que es muy de agradecer ya que nos hizo sentir muy cómodos en todo momento.
Es altamente recomendable para Gente que busca pasar unos días de tranquilidad y relajación en un entorno poco común y alejado de la masificación de otras zonas.

Algunos colchones son muy blandos, hay que bajar y subir escaleras para ir a todas las camas (una habitación está en el sótano y otras dos en la primera planta y el sofá del salón está hecho un desastre.

Está en un sitio precioso y todo lo demás es francamente agradable.

Pasamos unas vacaciones estupendas junto a nuestras dos perritas. Dolo, dueña de la casa, muy buena anfitriona, atenta y servicial. La casa: grande, amplia, muy bonita y hogareña, totalmente equipada, no le faltaba de nada (incluso nos dejó un par de cosillas en la nevera, había café, azúcar, especias para cocinar, aceite...). Con su buena terraza en la planta superior, con barbacoa, mesa grande y dos tumbonas, hicimos una buena comilona. Y en la primera planta, disfrutamos de unos desayunos y cenas muy agradables en la terracita. Zona muy tranquila para desconectar, con buenas vistas tanto a la montaña (vistas a la antigua minería, zona para realizar rutas de senderismo o equitación) como al mar (Playa a menos de 5 min en coche). Por lo general, encantadas con todo, repetimos seguro!