Experiencia original con amigos! Ofrecen varios menús a mesa completa.Escogimos menú mejicano.No fue una elección acertada.Mucha cantidad y poca calidad.Destacamos la atención prestada por nuestra camarera,Dana que se desvivió en atenciones .

Me hospedé el pasado fin de semana en una habitación con vistas al Monasterio de Sant Cugat. Me he hospedado muchas veces en este hotel, siempre en mi regreso a Sant Cugat,y nunca me ha defraudado.

El hotel ha adoptado medidas para prevenir el COVID. Hay gel hidroalcohólico en recepción, fuera del ascensor, en el interior....En la habitación todo está protegido y desinfectado.Está muy limpio y huele espectacular. El personal de recepción es amable e intenta satisfacer todas tus dudas. Gracias a Maria. Llegue antes de los previsto, y aunque mi habitación no estaba lista, me llamaron a las dos horas para confirmarme que ya podía hacer el check in. Para mi es cómo estar en casa. Y me sentí segura en todo momento. Si te alojas en una habitación con vistas al Monasterio, podrás admirarlo completamente iluminado durante la noche. Es una vista fantástica.

El desayuno es a la carta, debido a la situación actual, pero las chicas que me atendieron fueron super amables, y estuvieron atentas a mis necesidades.

Es un hotel que mejora cada año.

Sólo un "contra" . En la habitación había un ipad que no se encendió durante la estancia y tampoco averigüe su utilidad. Pero obviamente, es una nimiedad.

Enhorabuena a todo el equipo.

Pros:
La habitación superior es grande, cómoda, con excelentes vistas y con todos los productos bien protegidos para la prevención del covid

Contras:
Tienen un aplicación para abrir la habitación con el móvil que no funciona bien. Pudimos abrir la primera vez, pero ya no funcionó más. Tuvimos que bajar a recepción para que la activaran de nuevo, pero tampoco. Luego nos dieron una llave magnética, que tampoco funcionaba. Total, cuatro viajes a recepción y al final nos tuvo que abrir la persona que la atiende.

Al entrar en el salón para el desayuno hay un cartel que indica que esperes a ser atendido. El salón estaba vacío y tampoco había ningún empleado, de modo que esperamos un metro más adelante, por si desde allí veíamos algún empleado. Entonces apareció una mujer (extranjera, puntas del pelo teñidas de rubio claro) y, sin darnos siquiera los buenos días, nos pegó una bronca descomunal por no haber esperado en la línea.
Luego el servicio tampoco estuvo a la altura: nos sirvieron las tazas de café sin plato debajo, nos tiraron los sobres de azúcar sobre la mesa, se equivocaron en el primer café (debía ser largo de café y lo era de leche), nos pusieron cuatro tostadas y dos ridículas porciones de mantequilla caliente, de las que vienen en plástico, de poca calidad... eso sí, la otra persona que nos atendió (pelo negro, hablaba catalán), pese a los errores, se mostró muy amable y educada, no como la primera.

Una pena que no se cuiden los detalles, pero sobre todo la mala educación de la primera señora que nos atendió. Le propongo una fórmula: buenos días, perdonen pero, aunque no haya nadie en el restaurante tienen que esperar detrás de la línea, gracias.... no creo que cueste tanto.