Majestuosos paisajes pueden verse desde el mismo momento en que se ingresa a la RN145. El estado del tramo de tierra que hay que recorrer hasta las termas no está pésimo, pero podrían, con un poco más de empeño, tenerlo en mejores condiciones. Las instalaciones en el lugar son muy mediocres, lo que no eclipsa para nada la inconmensurable belleza del lugar. La atención de la Sra. que atiende en el lugar es bastante más qué pésima.

En nuestra estadía en Malargüe, fuimos como visita obligada a las termas del cajón grande. Cuando llegamos nos sentamos a observar el paisaje el cual es bonito pero hay lugares mucho mejores en Malargüe.
A los 10 minutos de llegar, vino "la dueña o encargada" (una mujer rubia) con una actitud desagradable, agresiva y amenazante a exigirnos de malas maneras pagar por ingresar al lugar cuando en ningún cartel se indica que haya que pagar. Nos fuimos y tampoco nos hubiéramos quedado más puesto que las instalaciones de absolutamente todo deja mucho que desear.
Sinceramente no volvería ni aunque me pagaran.

El paisaje es espectacular. Desde las piletas podes ver la belleza del cerro campanario. Las termas son piletas agrestes, pequeñas para 4 personas cada una aprox. Tienen diferentes temperaturas tambien. Las instalaciones en general son precarias con una proveduria, donde tambien podes comer, baños y duchas y espacio para acampar. Tambien podes alquilar unas habitaciones con camas.
Si bien las instalaciones no son gran cosa, la belleza del paisaje lo compesa!