Por donde empezar, nos sentimos acogidas desde el minuto uno, los celadores encantadores, amables y dispuestos.
Yanetxy, Rosa el y Janet son anfitrionas inmejorables, no sólo se involucran con la clientela, son cálidas, humanas, te enseñan la ciudad lugares que ni conoces. Se nota una compenetración de equipo magnífica, siempre dispuestas e incluso hacen horas extras por los pocos que estábamos.
Tuvimos de todo, amigos, familia, incluso con el peque que revolucionó el Hotel pero todos pendientes, ayudándonos sin ser su trabajo, Ailys siempre discreta impecable, incluso con nota de bienvenida al peque y un elefante.
Claudia nos atendió siempre magníficamente y el chef Fernando, uno no puede perderse su cocina, es un conocedor profundo de su oficio, un enamorado y una persona excelente, disfrutamos desayunos, muchas comidas y muchas cenas.
En la terraza, la piscina para el niño era perfecta, y disfrutamos de los encantadores bartenders, Dario y Alejandro. Dario siempre con una sonrisa y Alejandro dispuesto al reto con sus cocketelws magníficos, conocimiento de preparación y un vino artesanal que no deben dejar de probar, una delicatessen única del Candil.
Los propietarios fueron muy agradables y nos trataron muy bien, incluso contacto directo con ellos y nos permitieron atenciones incluso poco habituales.
Si nos gustaría resaltar, que nos encantaría como empujón a mejorar recomendar la mejora del WiFi en todas las plantas y habitaciones, ya que es bastante complicado en Cuba y necesario cuando se viaja. También aunque se nos trato muy bien y se nos retiro el impuesto, sería bueno que aceptarán los pagos con tarjeta de crédito sin penalizaciones ya que la mayoría somos extranjeros y al final de cada viaje ya andamos bajo de fondos y preferimos pagar con tarjeta, aunque comprendemos el retraso por el cambio de moneda, si vemos importante que se conciencia que el cliente es un viajero.
Made y yo estuvimos más que encantadas, es un lugar bien situado, con supermercados, restaurantes e incluso para salir solo caminando. Es seguro, te sientes muy cómodo y nosotras nos sentimos increíblemente acogidas como pareja y familia, muy importante.
Realmente un personal impecable como profesionales y seres humanos. Y el lugar hermoso y cuidado.
Un verdadero acierto para muchas primeras veces y esperemos que no la única, siempre esperando reencontrarnos con el mismo equipo al completo.