Sin mayor expectativas, llegas a un Palacio de mas de 100 años, decorado con exquisito gusto italiano, con antiguedades reales que te las quieres llevar todas, con una atención digna de ser reconocida como 5 estrellas. El dueño y anfitrión, Silvio Manzoni, te enseña lo que ninguna persona de La Habana te dirá en cuanto a lugares para almorzar, cenar, comprar, ..., todo!. Su personal, sencillamente maravillosamente cálido y atentos ante el mas mínimo detalle. Es muy dificil describir que se crea un sentimiento de afecto con ese lugar maravilloso que será nuestra casa una segunda, tercera y todas las oportunidades que podamos ir. Ir a Cuba es un sueño, no hay peligro alguno y además es ridiculamente bajo en precios para un viaje que hicimos de 10 días, que si hubieramos podido estar el mes completo, aun estaríamos ahí. Mi mejor estadía en 20 años de viaje por muchísimos países de Europa, América Central, Norteamérica, Asia, etc. Lo recomiendo con toda sinceridad y una gran Bravo al dueño por su amor y cuidado a su lugar. Sencillamente... MARAVILLOSO.