Al llegar a la dirección nos asustamos y hasta dudamos en subir: edificio demasiado viejo y sin mantenimiento, escalera oscura, ascensor que por su aspecto suponíamos que no funcionaría correctamente. Subimos y al ingresar al departamento no podíamos creer lo que había allí. Todo impecable y los muebles del lugar un lujo. Estuvimos alojados en un departamento del 7mo piso en el que no había otros huéspedes, por lo que teníamos las llaves del lugar solo para nosotros. Si bien no utilizamos la cocina, estaba equipada con todo lo necesario y una vajilla antigua que nos daba pena utilizar. Los muebles de la sala y la habitación preciosos, todo decorado con muy buen gusto. La vista hacia el malecón desde el balcón del departamento es impagable. El baño merece un comentario aparte: amplio, impecable, con toallas limpias, hidromasaje y jacuzzi. El aire acondicionado funcionaba muy bien.
La atención de Yanara, dueña del lugar, fue perfecta. Nos recibió muy bien y hasta nos contactó con un taxista de su confianza que nos llevó a recorrer la ciudad.
Cabe destacar que la ubicación es ideal: frente al Malecón, cerca de la Habana vieja y los principales sitios de interés. Recomiendo 100%!