Muy buena la relación calidad precio. Estuvimos en una suite inmensa con dos sofás, una mesa grande, cocina completa. Por supuesto, dos teles, que no nos interesaban... Habitación grande.
El desayuno correcto dadas las circunstancias de Covid. Curioso que además había una bolsa/picnic para llevar gratis. Además se podían utilizar lavadora/secadora gratis y había bastantes, lo que hace que no pierdas tiempo espera do turno.
El personal muy amable.

Al llegar ahí pensarás qué tal vez debiste meterle más presupuesto al reservar un hotel en Ottawa, así como la producción de Britains Got Talent pensó en poner más filtros de candidatos al ver entrar a Susan Boyle...

Tardarás poco en darte cuenta que estás en un diamante en bruto, al ver el tamaño y limpieza de los cuartos, así como en la calidez de su personal.

La limpieza y atención de ese lugar es escucharla cantar las primeras estrofas, cenar en el “sports bar” es cuando va subiendo la intensidad, y el desayuno es el coro cuando la voz explota y se te pone la piel chinita!

El hotel tiene una construcción y decoración antiguos/viejos (alfombras, papel tapiz, muebles), pero tiene una excelente administración que cuida todos los detalles importantes (que no se oigan ruidos de otros cuartos o la calle, la limpieza, la abundancia del servicio de café en el cuarto, los jabones y cremas Neutrogena, un excelente desayuno que hasta te dan para llevar!) y se aprecian los esfuerzos para renovarlo. Actualmente es un excelente hotel, y pronto será excepcional.

Vale la pena mencionar que está a 4 min. a pie del Parlamento, el Canal y el centro.

Finalmente, el sport bar junto al hotel (entrada directa desde el lobby) tiene una excelente comida, nada qué ver con el concepto gringo de “te vamos a atascar con todo el aceite que podamos”. El mesero fue excepcionalmente bueno y el sabor delicioso.

Gran estancia. Definitivamente volveré si algún día regreso a Ottawa.

El apartamento muy amplio y completo en su amoblamiento. El desayuno completísimo y con amplio lugar para tomarlo. La lavandería autoservicio gratuita, que utilizamos, limpia y el hotel provee también gratuitamente el jabón en polvo.

Si bien está a unas 15 cuadras del Parlamento, aùn de noche la calle por la que se accede nos resultó segura para ir y venir caminando.

Al realizar el check in no había lugar en el estacionamiento propio (que es pequeño y los espacios de cocheras no son muy amplios, lo que puede ser un problema si el automóvil es grande). Nos indicaron que estacionáramos en un lugar público a una cuadra y media, y nos devolvieron el costo de dicho estacionamiento. Al dìa siguiente ya tuvimos una cochera asignada en el estacionamiento del hotel (con costo adicional, cosa que ya teníamos clara desde el momento de reservar).

Muy amable todo el personal con el que interactuamos durante nuestra estadía.

Opción muy recomendable. Aunque debo aclarar que es posible que el precio fuera temporariamene más bajo de lo habitual debido a que había una gran obra pública en la calle adyacente al hotel, con lo cual por la mañana temprano ya se iniciaban los ruidos (lo que para nosotros no fue problema porque de todos modos nos levantábamos temprano).