Este hotel está a medio camino entre la ciudad vieja y la zona de tiendas más moderna, muy bien ubicado. Limpio, habitaciones amplias, personal extra amable. Tiene parking (29 dólares) y desayuno a la carta (los crepes muy buenos). Para familias mi única pega es q la habitación tenía ducha y no bañera. La cuna no era de viaje y el colchón era cómodo lo que sin duda es un plus. Muy contenta después de hoteles más caros y peores en Canadá.