No esperaba un lugar de sueño en medio de la nada... con lago, embarcadero, rentas de lanchas, bicis, y aun así, silencioso! un descanso increíble! un pequeño castillito, elegante y discreto a la vez.
- Wi-Fi gratis
- Estacionamiento gratis
No esperaba un lugar de sueño en medio de la nada... con lago, embarcadero, rentas de lanchas, bicis, y aun así, silencioso! un descanso increíble! un pequeño castillito, elegante y discreto a la vez.
Lo mejor de este hotel son las vistas, indudablemente. Pero por contra, no está cerca de Victoria, y el servicio es prácticamente inexistente, al menos para lo que cabría esperar de un hotel de este precio (alto): por ejemplo, no hay botones, nadie te ayuda con el equipaje, te dejan una botella de agua sobre la mesilla (no dentro de la nevera) que parece una atención pero que luego te cobran (cara), limitado horario en los servicios de restauración, decoración que pretende ser elegante y lujosa pero que utiliza materiales poco elegantes (como el plástico)… Las camas son confortables, eso sí, las habitaciones no son grandes pero tampoco pequeñas y el baño es amplio. En fin, no es malo, pero su precio es demasiado alto para lo que realmente es.