Es un hotel encantador en un edificio magnífico y bien mantenido y restaurado. He visto que siguen una política de hacer un "upgrade" si la ocupación lo permite y esto es fantástico ya que la próxima vez consideraré reservar directamente una habitación de esa tipología. Las vistas desde esa ubicación privilegiada son maravillosas. El tamaño de la habitación es adecuado (pero no espacioso) y el mobiliario es agradable y cómodo (en particular la cama). El desayuno es magnífico -diverso, de buena calidad, bien cocinado, abundante y adecuado a todos los gustos- y el personal de la sala es servicial, atento, profesional y en un número adecuado (es un desayuno buffet, pero te atenderán casi como si el servicio fuese de mesa y el buffet está siempre bien provisto).
El agua corriente de las habitaciones no es potable aunque ponen a tu disposición unas botellas de agua (junto con el set de cafe y te típico de UK). Quizá podría sugerir poner directamente una fuente de agua potable en las zona comunes y recipientes reutilizables. Sería mejor para los huéspedes y más sostenible.
La ubicación era perfecta para nosotros pero hay que tener en cuenta que el hotel está en las afueras (en una zona encantadora). Si valoras tener problemas de movilidad, mejor un establecimiento más céntrico. Tampoco hay ascensor, que para nosotros no era en absoluto un inconveniente pero vale la pena tenerlo en cuenta también.Más
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