Hemos estado apenas una noche para una escapada romántica/cumpleaños y nos hemos vuelto locos con este hotel. El objetivo principal del mismo es obtener un momento de auténtico relax tras las arduas caminatas en Paris y que puedas continuar el viaje allí. Hay sólo 29 habitaciones, todas con temática parisina entre las que se incluyen el museo de Orsay, la Ópera de Paris, el Moulin Rouge, etc. Si vas por más de una noche (no fue nuestro caso) puedes dormir cada noche en una habitación diferente según disponibilidad. Todos los servicios impecables y el trato fue sublime, y como plus, hablaban español. Siempre serviciales, siempre dispuestos a dar un buen consejo sobre cómo moverse por Paris o lo que necesites. La decoración absolutamente exquisita y la iluminación bien tenue para conseguir ese relax, aunque tienes opciones para subirla cuando sea necesario. Hay gimnasio y sauna abajo. No puedo dar opinión del desayuno porque no lo hemos tomado allí pero me imagino que estará en la línea. La ubicación 10 puntos: entre Montmarte y Ópera, se va andando en menos de 5 min al Moulin Rouge, también al Sacre-Coeur y a la Place du Tertre, así también en 10 minutos auténticos estás en la Ópera de París. Y cerquita del hotel también hay varias opciones de metro y sitios asequibles para comer. Para mí 10 en todo pero por poner un detalle mínimo, cuesta un poco leer los números del ascensor con esto de la luz bajita. Resulta hasta ridículo comentarlo porque es tan bueno todo que eso es un detalle tan irrelevante en comparación... En fin, no os recomiendo este hotel porque no quiero quedarme sin habitación la próxima vez que vaya!!