Hotel situado en el barrio Saint-Germain, ubicación inigualable. Fuimos en familia. Al llegar tuvimos problemas ya que habíamos solicitado habitaciones contiguas y no fue así, además una de las habitaciones NO tenia bañera y nadie nos alertó, era una habitación para personas con capacidades especiales, lo cual nadie nos dijo, nos dimos cuenta porque conocemos del tema. Cuando solicitamos cambio de habitación, nos dieron la excusa de que el hotel estaba lleno y que no habíamos aclarado que queríamos las dos habitaciones con bañera (trampa, ya que en booking dice que TODAS las habitaciones tienen bañera, sobre todo el tipo de habitación DELUXE que estábamos pagando), no recibimos NINGUNA disculpa por parte del Gerente, sólo los recepcionistas escuchaban nuestra disconformidad sin decir una palabra. Finalmente (luego de quejarnos mucho) al día siguiente cambiaron esa habitación en OTRO PISO, sin respetar desde el PRIMER momento la solicitud por booking. Hasta el último día no recibimos ninguna disculpa, el Gerente apareció frente a nuestras caras sin decir ni un hola, una falta de respeto. El hotel está bien cuidado, limpio, el conserje por demás de amable (contratamos un viaje hasta Giverny) y todo resultó muy bien. Fue un sabor semi amargo ya que el resto de la experiencia fue buena, repito lástima la mala educación del Gerente para con los clientes. No te especificaban si podías dirigirte en Inglés o Español, por lo tanto me dirigía en Inglés.