Un hotel de diseño, todo muy nuevo y con decoración encantadora. No está céntrico, pero el metro está a 5 min andando (reales) con dos líneas, por qué en 10 min estás en la cité. Barrio muy animado, lleno de comercios y restaurantes. Habitación pequeña ( y la nuestra era una superior). No dispone de minibar, ni room service, y escasas amenities en el baño. El desayuno es escaso, muy poca variedad y cada día lo mismo (si ponen poco, al menos podrían ir variando). Wifi gratis. Recepción amable.