Este hotel tienen tantos pro como contras.
Los pro: la ubicación, está en el barrio de Montmartre,que es hermoso y muy pintoresco, (también esta muy cerca de la parada de Jules Joffrin del metro). Otro punto a favor, el hecho de que tengan y café,agua y jugo con croissants y galletas todo el día.
Hay un conserje,el de la noche, que no solo hablaba muy bien español,sino que además era muy piola y servicial,el de la mañana dejaba bastante que desear en cuanto al trato a los extranjeros,también había una chica que era agradable.
Contras,varios:
*La pieza diminuta,pero no solo eso sino que el baño tenía olor feo constantemente y la ducha fallaba (se caía el cabezal del duchador)
*El wifi no llegaba a las piezas (estábamos en el 3piso)
*El servicio de limpieza era muy tarde,si volvías pasado el mediodía, no podías entrar a la pieza porque estaban limpiando.
Sacando esos inconvenientes el hotel es aceptable,el tiempo que se pasa en la habitación es mínimo.
Algo a tener en cuenta es el desayuno,pago (8€ por persona),el cual recomiendo que paguen y tomen diariamente,ya que la oferta del hotel es muy variada (jugos,te,café,facturas,panes, fiambres,fruta,yogur,cereales,huevos,queso y mermeladas).