Este maravilloso hotel boutique es de las mejores opciones para visitar París. Muy bien situado, cerca del museo del Louvre y bien situado para visitar andando casi todos los monumentos y museos. La atención al cliente es espectacular desde la llegada hasta la salida y en todo momento pendientes por si pueden ayudarte en lo que necesites, en nuestro caso, al no hablar francés, no reservaron en los restaurantes que les indicamos. El desayuno es variado y de buena calidad (sobre todo los duces). Estuvimos en la habitación Monna Lisa que se encuentra en la planta baja del hotel que tiene un pequeña terraza. La habitación tiene todo lujo de detalles y la decoración nos pareció fantástica. Desde luego si volviéramos a París tenemos claro que volveríamos a este hotel.Más
- Wi-Fi gratis
- Piscina
- Visitar el sitio web del hotel