Nada que objetar sobre esta magnífica edificación. La catedral de Cádiz tiene una enorme dimensión; esta catedral fué construida en 1602, y tiene un estilo manierista y de orden toscano. Belleza por fuera y seguramente preciosa por dentro, por mala suerte, las visitas estaban cerradas por la crisis del covid-19 pero volveré para poder disfrutarla por dentro. La fachada permite unas instantáneas preciosas (siempre que puedas, porque generalmente siempre hay mucha gente), o también puedes verla mientras te tomas algún refresco o helado frente a ella ya que está rodeada de muchos bares y heladerías.

Realmente no vi la catedral por dentro porque estaba cerrada pero la vida, el bullicio y la alegría de su plaza por la tarde es espectacular. Un sitio de reunión y de paso a la vez. Por supuesto la zona es muy bonita

Templo cristiano coronado por una cúpula amarilla, heredado de los templos musulmanes, que hace que sea una de las catedrales más especiales del mundo.