Interesante restaurante con un ambiente acogedor, adecuado tanto para ir en familia como con pareja o amigos. Pedimos entre la variada carta unos platos para compartir. La comida estuvo acertadamente presentada, en cantidad adecuada y bien servida por el personal. Imprescindible probar los huevos rotos con setas. Muy recomendable.

El pan de Cádiz y el turrón de chocolate al whisky son espectaculares y no tan caros comparados con el de otras pastelerías.

Nunca falla . La verdad es q por calidad precio es de los mejores restaurantes de zaragoza , todo esta muy bueno . Uno de los sitios recomendables para ir a comer o cenar .

El viernes día 18, estuve cenando en este restaurante en el turno de las 21.00, porque me gusta y ya había ido en otras ocasiones, y mi sorpresa fue, que una vez ya habíamos terminado de cenar, veo, que al abrirse la puerta de la cocina(previamente no me había fijado) todos pero TODOS los cocineros iban sin mascarilla.
Transmito mi queja a un camarero, el cual ni siquiera hace un ápice de contradecir, sino todo lo contrario, puso cara de circunstancia y asintió con la cabeza y pidió disculpas.
A partir de ahí esperaba al menos un toque de atención a los cocineros y aunque fuera por hacer el paripé se la pusieran.( porque ya no servía de nada que se la pusieran, ya estábamos todo el restaurante servido) y no, continuó todo como si nada.

Me parece alucinante que con lo que está pasando, un restaurante permita estar a los cocineros sin mascarilla, es una bomba sanitaria.
De poco sirve que los camareros de la sala la lleven, si en la cocina hay 3 o 4 cocineros sin ella.
Ademas es un restaurante que presume en redes sociales de seguridad en su local y anima a que la gente vayamos a comer/cenar, porque según ellos es un local seguro.
Pues de todo menos seguro, es un sitio al que no vuelvo y desde luego se merecería una buena inspección de sanidad.
¿quién puede asegurar ahora, que ayer o cualquier día en este restaurante no se ha contagiado, o pueda contagiarse?

Que la mascarilla es incómoda para todos, no solo para los que trabajan, y ademas que yo también trabajo en la cocina de un restaurante y se pasa calor y es incomodo y no se la quita ni dios y por supuesto no se baraja la mínima posibilidad de que se trabaje sin ella.

la bombonera ha pasado de ser, de mi restaurante favorito, al que más asco me da.

Atención exquisita, ambiente adecuado y una carta variada con productos de calidad.
Para mi es un ‘must’ de la noche zaragozana. Da igual si vas con familia, amigos o una comida de trabajo, siempre acertarás.