Buen sitio para empezar la ruta por gijon, eso si, mejor ir por semana que de fin de semana, sobre todo los domingos esta a reventar!

La terraza es mi cutre. Tardan en atender muchísimo tiempo. A las 13 ya no puedes tomar un pincho xq no lo hacen. Muy mala coordinación en el servicio. En fin, no volveremos.

Dice el dicho que a quien madruga dios le ayuda, y supongo que el hecho de ir nada más abrir, ayuda a que la cocina no esté saturada, que los camareros estén frescos y no se hayan calentado por la mayoría de gente toca pelotas que solo sabe quejarse. Un sitio inmejorable que da un servicio familiar.. es decir, que puedes dejar a los crios correr porque tienen su espacio. Ir tranquilos, que vais a disfrutar sed amables y disfrutar de la comida y del lugar... y no hagáis ni puñetero caso a la pandilla de "Expertos" que solo saben que chinchar a los que curran. Por muchos años más.

Un restaurante enorme de batalla, con excelentes vistas. No vayáis esperando delicadeza, todo es abundante y rudo, desde las carnes a la brasa, los arroces o las pizzas. Una carta inmensa, con todo lo que puedas imaginar, como un bazar chino. No son especialistas en nada. Comes, sacias el hambre y te consuelas de la falta de matices de tu plato mirando al mar.
El personal, amable y un poco caótico. Demasiada gente demandando su atención.
En resumen, un restaurante sin pena ni gloria, que olvidarás nada más salir por la puerta.

Os voy a dar mi opinión en directo ya que llevo esperando una hora y cuarto sentado para unos arroces, no los he probado me espero lo peor porque el servicio es penoso penoso, no nos traen pan, los entrantes han tardado 45 minutos. Son las 15:45 y nos hemos sentado a las 14:30, un desastre auténtico. La Pena que no he leído antes los comentarios de tripadvisor, parece mentira que existan sitios así y funcionen.