Ya había escuchado comentarios sobre que no era un sitio barato pero esperaba que al menos siendo así valiera la pena, sin embargo he comido en lugares mucho más baratos de mejor calidad, y en realidad no es esto lo que me disgustó realmente sino la actitud de una camarera que al parecer le molestaba cualquier inconveniente que le hiciera salir de su zona de confort, como en este caso mi alergia. Son tiempos difíciles para trabajar pero ya que tienes trabajo hazlo con ganas.

Gran sitio para compartir una buena comida, las croquetas de plátano sensacionales, la carne muy buena, un sitio excelente para ir a comer.

Demasiado caro para la calidad del producto y el asesoramiento algunos del personal. El refresco tamaño pequeño a precio grande. Los platos demasiado caros.

Nos recomendaron este restaurante y fuimos a probar mi chica y yo. El establecimiento es muy bonito, he de reconocer, con distintas estancias que le dan un buen punto. Sin embargo, la comida y el servicio son bastante deficientes. El tartar de atún bastante malo, y las croquetas de pata (sugerencia de la casa) muy muy mejorables. Por lo demás, nos trajeron las copas de vino ya servidas. El precio es definitivamente caro para la calidad que te ofrecen. Realmente te das cuenta de que estás pagando por el sitio y poco más. No volveremos.

Para empezar la primera camarera que nos atendió tendría un mal día... una vez en la mesa nos damos cuanta que las dos chicas que trabajan en la barra interna no tienen mascarilla y manipulan cubierto y vasos. Y para finalizar la calidad de la comidas pésima. Las gambas al ajillo eran gambas bañadas en aceite y ni si quiera nos trajeron la Carne como habíamos pedido. 60€ dos personas tres platos, un postre, dos cañas, una botella de agua y un café.