Atención extraordinaria. Comida muy rica, especialmente los calamares. Buenos precios, para la zona que es. En resumen, todo perfecto. Además está muy bien ver que un establecimiento respeta y hace respetar las normas Covid.

Momo es un bar cafetería con mesas al fondo donde puedes disfrutar de unas tapas. En nuestro caso, pedimos 3 platos para dos personas a la hora de la cena: media tapa de croquetas de boletus, bravas y media de fritura de chipirones y verduras. Todo rico y bien de precio: 11€ con las bebidas.

Bien de sabor y además con las frituras te dejan unas sales especiadas para añadir al gusto.

En la carta tienen lasañas y varios bocadillos.

Fuimos a desayunar porque estaba enfrente del hotel (Rice) y la sorpresa fue total. Comimos buen trozo de tortilla de patatas, queso,cebolla y York más un café. Las tostadas de mantequilla y mermelada riquísimas. Al día siguiente repetimos. Las tortillas son de varias clases como berenjenas con queso, etc. Deben tener más cositas en la carta, que no probamos porque nuestra idea era picotear por el centro. Por la noche no cabía un alfiler. Por la calidad y amabilidad merecen nuestra máxima puntuación