En un trabajo de conocimiento de restaurantes fuera de los circuitos tradicionales del centro, conocimos esta joya escondida en el barrio de El clot, vale la pena acercarse a el pues tiene un nivel de cocina excelente y se puede aprovechar para conocer la parte antigua de San Marti .
Se trata de un local con mucha historia que ha conservado su fisonomía antigua aun se pueden ver las antiguas botas de vino, cuando se vendía a granel mantiene la decoración antigua, creo haber leído que ha cambiado de dueños recientemente, nos atendieron un par de jóvenes muy amables y que te ofrecen conducirte por su carta si tu lo prefieres.
Tomamos platos para compartir con mi pareja, primero unas Anxoves del cantábrico muy bien trabajadas con vinagre y aceite y limpias de espinas, 5 gambas de Palamós a la plancha con sal , Su clásico Huevo Poche Porrosalda (no os lo podéis perder espectacular), 1 Filete Rossini (solo por probar este plata vale la pena el desplazamiento) de postre 1 orelletes regadas con anís del mono, 1 botella de vino Montsant 44 Euros, 2 raciones de pa de coque con tomate y 1 agua. 183.-Euros. Relacion calidad precio excelente, volveremos seguro.