El año pasado teníamos reserva en este hotel, pero un incidente en A Coruña me regaló unas muletas, por lo que sólo pudimos quedarnos una noche en una magnífica villa que no pude disfrutar más allá del sofá. Este año era saldar una cuenta pendiente, he podido recorrerme la villa, los jardines y el hotel. He de decir que todo faltastico. La villa te da una independencia total de los servicios del hotel, con una terraza fantástica. La nevera con congelador enfriaba de lujo. Sofá y cama comodos. El servicio de limpieza muy bien, el personal de recepción encantador, el personal que atiende el desayuno súper cercano y muy atentos. Nada negativo que decir, al contrario, de volver a Santiago seguro que mi elección sería la misma, villa incluida. Como crítica constructiva, si he de decir, que en los desayunos, sería adecuado habilitar otra tostadora de pan, con solo una, las esperas se hacen muy largas.