Calidad precio muy bien y sobre todo el trato del personal muy bueno. Local acojedor. Volveremos seguro

Lo primero que destaca es la mala atención, la lentitud y bordearía del servicio y las raciones microscópicas a precios elevados.
Llegamos y tardan 25 minutos solo en darnos la carta. Pedimos la bebida y nos dicen que ahora no, que luego nos toman nota.
35 minutos después de entrar por fin consigo tener una bebida en mis manos.
Empiezo a comer 45 minutos después de sentarme con un tiempo entre plato y plato de 15 minutos.
A destacar la falta de profesionalidad del camarero: no solo iba tarde sino que le pedias pan y se enfadaba por recordárselo. Ademas, el pan duro del siglo pasado recalentado.
Un sitio para no volver jamás.

Estuvimos cenando en el comedor y la verdad que nos gustó mucho. El local es bonito, tiene terraza con calefactores, las mesas están separadas por lo que no molesta el ruido de otros. El personal muy servicial y agradable. De entrante, pedimos croquetas (la bechamel perfecta), ensalada de tomate, aguacate y salmón, para seguir lomo de vaca y cochinillo, que estaba en su punto y con una salsa muy sabrosa. Nos gustó todo, volveremos.

Buen trato, ambiente cómodo y espacioso, perfecto para ir en pareja.
Comida rica y de calidad, aunque un poco cara para las cantidades.

Gratamente sorprendidos! Algo que no debía suceder, pero desgraciadamente el excelente trato es muy difícil de encontrar en estos tiempos, sin embargo, aquí la excelencia la llevan por bandera. Nos atendieron estupendamente, en especial queremos destacar el trabajo de Alberto, es de lo camareros que ya no abundan. La comida muy buena, la carne jugosa, el arroz verde con gambones es espectacular, y tomamos un vino argentino que nos recomendó Alberto que estuvo a la altura de la comida. Recomendable 100%