La ubicación del hotel es perfecta. En plena Plaza de España, a pocos minutos a pie de la Gran Vía y del Palacio Real, Almudena, Jardines de Sabatini y del Moro... Las instalaciones son muy aceptables. Nos alojamos en la 7ª planta y aunque está en plena Plaza de España, no se oyen los vehículos pasar por tan transitada vía. Tuvimos un pequeño problema con la pequeña nevera del minibar y lo solucionaron en un momento. El desayuno, aunque es en un local adjunto al hotel, es abundante y variado. Recomiendo el desayuno, ya que por el precio que tiene no creo que se pueda encontrar nada mejor. La atención del personal, correcta. En definitiva, una buena opción dentro de la grandísima variedad de alojamientos que ofrece Madrid.