Hace mucho no veníamos a la marca por que nos encanta, pero nos tuvimos que ir por que solo había 1 churrasquerro poniéndo la carne y repartiéndola a los comensales y el salón lleno , no daban a basto , me pareció mal que estuviese un empleado con un ordenador en la terraza y no se preocupe en ir ayudar, la encargada a la entrada muy grosera también, pero luego la entendí por que no tenía personal, no nos atendieron y decidimos irnos, por colaboración con el pobre chico churrasquerro

He visitado vatios locales de la cadena, y a parte del cambio de decorado que no me gustó. La calidad ha bajado, y sobre todo la cantidad de las guarniciones. Los camareros de este en concreto, les faltaría un punto de amabilidad (a algunos).

No se si piensan que los clientes no se dan cuenta (soy cliente de cada semana desde hara 10 años) de que poco a poco va bajando la calidad. Hoy ha sido el colmo con el arroz y los frijoles precocinados fuera del restaurante (no solo el arroz ya se cocina fuera sino que no es el mismo tipo de arroz que habia antes; los frijoles eran casi solo agua; ya hace tiempo que el chimichurri se sustituyo por una salsa industrial, desaparecio la farofa; y remontando mas en el tiempo se quitaron todas las carnes importadas de brasil como el cupim). Los empleados me anunciaron tb que hoy era el ultimo dia que habria verduras, que se sustituiria por un pisto hecho fuera tb. No se si el objetivo es cargarse al cocinero. Por otro lado, en los ultimos años el precio del rodizio subio 2 euros (2 veces 1 euro), y el agua ha subido 2 veces en el ultimo mes: 1.90-2-2.05).
Sin contar con un gran problema que es presente desde el primer dia que existe B&L, el cambio constante de empleados y encargados (la media debe ser de 2 meses por encargado).

Espectaculares carnes y muy atendido y amenizado por el gran Bruno.
Simpatía y amabilidad al 100 por 100 volveremos...pero que nos atienda Bruno !!!!!

La experiencia no ha sido buena, pero por falta de organizacion.
Comimos los menus premium que incluye bebida.
La comida bien servida por los camareros que cortan la carne, pero el resto un desastre. La bebida servida tarde y mal, ya que no quedaba cerveza. Tampoco habia pan, ya que se estaba haciendo. Y cuando llegamos a los postres, los tuvimos que reclamar tres veces.
Para colmo al pedir la cuenta nos cobran los 4 menus premium mas la bebida.
Entiendo que sea un dia puntual y que estivieran desbordados, pero asi no se consiguen clientes que repitan.
Mejorable.