De entrada muy mal, me dieron una habitación en la planta alta, suuuper fría en pleno invierno, con varias camas (la reserva era para 2) y techos inclinados con unas miniventanas, terrible. Pedí que me cambiaran de habitación y me dieron una estupenda. La verdad es que si de entrada me hubieran dado esa habitación todo hubiera sido mejor. El desayuno bien, correcto. El hotel está muy bien situado, en una zona tranquila. Limpio. No pidas nada a la habitación, pedí una manzanilla a la habitación porque me encontraba mal y me cobraron casi 8 €, la verdad me parece una pasada y más cuando en la mayoría de hoteles ya tienes para hacerte tu mism@ en la habitación el café o infusión gratis... Y una botella de agua de cortesía. Aquí nada.
Otra cosa que no entiendo es que si eligo la opción de "pagar en el hotel" por qué un día antes ya me están haciendo cargos a la cuenta....
Resumiendo, lo mejor es la situación, cerca de todo y del metro, que está limpio, el desayuno está bien y el personal es amable