Está en remodelación y hay algunas habitaciones como la mía que ya se renovaron, en general está bien, lo único es que la regadera es muy pequeña. Me tocó con balcón a la calle donde se ve la estación de Atocha. Me pareció con buena ubicación pues a la vuelta de la esquina para el city tour, city sightseeing, etc. hay muchas opciones para comer alrededor, literal hay de todo tipo de comida, postres y tienditas. Caminando está la estación de trenes de atocha, el jardín botánico, el museo del prado, la cibeles y la puerta de Alcalá, también puedes ir caminando hacia la plaza mayor y hasta el palacio real, solo que para la plaza mayor y el palacio real recomiendo subir en bus o taxi y bajar caminando pues está pesada la pendiente. El desayuno en el hotel es muy simple pero tiene de todo, huevo, pan, cereal, fruta, jugo, café, yogures y pan dulce. Es cierto que la gente de recepción es un poco mal encarada pero solo los tienes que ver dos minutos al hacer check in y al check out porque es rapidísimo. Por la época no tuve que prender el aire acondicionado pero lucia muy viejo, lo que hice fue abrir la ventana pero puede molestar el ruido de afuera porque abajo hay tres negocios muy concurridos y de uno de ellos sale mucho el olor a frito y se mete a la habitación.