Fui con mi pareja, aprovechando la situación actual y que estabamos cerca imaginábamos que no habría una gran cola de espera y acertamos. El lugar me produce sensaciones y opiniones contradictorias, los platos me gustaron mucho...quizás algunos demasiado picantes para mi gusto pero todos buenos o muy buenos, por otro lado lo veo un poco excesivo en cuanto a precios, carta de vinos corta y cocteles nada de mi gusto. El personal es amable, quizás a ratos demasiado cercano. Volumen musical sin duda excesivamente alto, en general demasiado ajetreo para mi gusto pero una experiencia que a fin de cuentas me gusto pero de momento no repetiré, no es mi estilo.