Fuimos a comer con mi pareja por mi cumpleaños, pedimos el menú de 30 € por persona, pedimos al centro calamares, pan tostado con tomate y alioli, huevos rotos con gulas, y gambón al ajillo. Luego de plato principal arroz a banda, nos dejaron la paella al centro de mesa, cosa que nos encantó. De postre culminamos con una tarta de queso cremosa y un sorbete de limón. La bebida estaba incluida, siempre y cuando fuese, refrescos, cerveza, tinto de verano o agua, cosa que lo veo genial. Nosotros pedimos una copita de vino y la pagamos muy agusto aparte.
Las raciones están demasiado abundantes, la mayoría de los platos nos lo dejamos a la mitad así que por un lado, si sois de comer bien, las raciones son espectaculares, pero si sois de comer poquito, quizas es mejor pedir algo a la carta, que seguramente estará igual de increíble.
Volveremos seguro, ahhh y el local es precioso. Quizás la música un pelín alta, pero supongo que es el ambiente que quieren dar, así que tampoco pasa nada.