Conocida por turistas y locales, es una enoteca bastante grande para lo que habitualmente se ve por las calles de Nápoles. Su estilo chic y depurado invita a sentarse disfrutar de una buena copa de vino en un ambiente cálido y acogedor. Pedimos vino dulce y un postre. El precio fue algo caro para lo que era y el ambiente que esperábamos se estropeó un poco por el gran ruido que había.
¿Es el propietario o administrador de este establecimiento? Solicite su perfil gratis para responder las opiniones, actualizar su perfil y mucho más.