Tanto mi pareja como yo no entendemos la puntuación tan alta que tiene este Hotel en TripAdvisor o en Booking. A la llegada al Hotel nos atendió un hombre recepcionista con un apestoso olor a tabaco. Este hombre solamente sabía hablar italiano y algo de inglés, no sabía nada de español. Nos informó que nuestra habitación, que debería de estar lista a las 11:30, no iba estar lista hasta la una. Por lo que con 30° y cansados, tuvimos que dejar nuestras maletas en recepción y buscar un bar para pasar el tiempo.
Volvimos a la una y al coger el ascensor para subir a nuestra habitación que estaba en la cuarta planta, el recepcionista nos comunicó que el ascensor casualmente estaba estropeado y que lo arreglarían justamente el día después a que nosotros nos fueramos (dada nuestra experiencia creemos que no lo van a arreglar).
Al llegar a la cuarta planta había un hombre limpiando en la habitación que nos correspondía, por lo que todavía la habitación no estaba lista, pero el hombre de recepción para no hacernos esperar más nos cambió la habitación. La entrada en la habitación fue decepcionante, era muy pequeña con espacios de almacenaje insuficientes, una terraza inservible, un baño amplio con una ducha pequeña y muchas humedades, un colchón horrible de muelles que se te clavan cuando te mueves. Un secador que está limitado el tiempo de uso y una iluminación escasa. Y no solo eso, al salir del Hotel tienes que dejar las llaves en recepción y al volver estaba otra recepcionista, al pedirle nuestra habitación el anterior recepcionista no había cambiado el número de habitación y nos dió una habitación equivocada.
La primera noche en ese colchón fue horrible y lo comunicamos a la recepción pero nos comentaron que no nos podían cambiar la habitación. En cuanto al desayuno es escaso no hay ni una tostadora.
El punto positivo es que la parada del metro está al lado.
No nos volveríamos a alojar en este Hotel, ha sido una experiencia muy mala.