Acierto extraordinario. Una pequeña Trattoria totalmente familiar con un menú corto pero satisfactorio y típicamente italiano. Pedimos como entrantes pun plato con varias clases de quesos y olivas y unos fritos típicos de Palermo a modo de croquetas rellenas de arroz. Luego macarrones preparados de varias maneras, a la boloñesa, con una especie de pisto con berenjena y otros con sardina. En cualquiera de ellos la pasta perfectamente al dente. Cantidades razonables. La amabilidad del propietario Michele hace que la estancia sea muy agradable. Los precios ajustados. Local típico lleno de objetos decorativos antiguos, billetes,cazuelas etc. Hemos repetido dos veces en la misma semana porque valía la pena. Muy recomendable trato absolutamente familiar y muy agradable.El postre estrella de la casa el Canoli ,tipo galleta con chocolate rellena de queso ricotta: IMPRESIONANTE