Llegamos a Casa d'Obidos desde Oporto. La finca es preciosa, muy bien cuidada y con una variedad de flores y plantas muy llamativa. Nosotros alquilamos Casa Matilde, nos asombró la amplitud (dos dormitorios, dos baños, dos salones y una cocina y un jardín enorme), todo muy limpio y con mucho detalle. El personal es muy agradable, especialmente la encargada, Marianna, que siempre estaba dispuesta a ayudar en cualquier duda o problema que se presentaba, incluso el último día nos invitó a desayunar a la Casa.... desayuno exquisito.
Cerca hay varios restaurantes en los que se come muy bien y se puede llegar dando un paseo, nosotros los usábamos para cenar.
Si se va a estar por esa zona, vale la pena quedarse en este hotel.