El acceso al hotel no supone ningún problema, pero es mejor dejar primero el coche y el equipaje fuera e ir andando a informarse de cómo entrar. Habitaciones muy bien (aunque sin nevera), con terraza ideal para desayunar o tomar una jinja por la noche. La cesta de frutas y demás la reponen diariamente. El desayuno continental es de calidad y abundantísimo. No merece la pena pagar más por el american. Atención amabilísima. Resumen, una elección perfecta.