Al estar situado dentro de las murallas de Obidos, hay que entrar y salir en coche por las puertas históricas, muy estrechas, hay que maniobrar bastante.Ademas tienes que aparcar en la calle, aunque el hotel te da una autorización para aparcar.
Este es sin duda, lo más negativo de este establecimiento, por lo demás el hotel está bien, con habitaciones amplias, cómodas y silenciosas.El personal muy atento.