Nos dieron una habitación con terraza que contaba con acceso directo a la piscina. El servicio es impecable y la atención al mínimo detalle. El personal del hotel te coloca las toallas en la tumbona de la piscina y te deja una nevera con botellas de agua de cortesía. Lugar aislado y paradisíaco. Relax y lujo al máximo nivel.