En este viaje o excursión fui junto con mi familia. A pesar de habernos perdido un buen rato, finalmente dimos con los Prismas Basálticos.
Al entrar nos llamo mucho la atención el puente colgante y la cascada, dimos un recorrido por la zona, nos aventamos de la tirolesa, entramos a una tienda donde vendían todo tipo de artesanías.
Finalmente concluimos la visita yendo a comer a un pequeño restaurante que se encuentra ahí dentro, donde sirven variedad de platillos, desde mariscos, hasta carne asada, etc.

Es un lugar perfecto para disfrutar la vista de la naturaleza y tomar unas buenas fotografías de los paisajes y las formas que ahí puedes encontrar. Además puedes disfrutar de la tirolesa que es también una gran experiencia que no puedes perderte si los visitas. En general el lugar es muy bonito para convivir con la familia, ya que es accesible en cuanto a precios.