Me he alojado en Faín en un par de ocasiones con varios amigos, la primera de ellas en una boda y me quede tan fascinada por el lugar, que repetí para celebrar mi cumpleaños con mis íntimos amigos. La gente se quedo totalmente impresionada por tan magnífico sitio, el jardín es maravilloso, la piscina paradisiaca, y el cortijo sencillamente espectacular. Todo esta puesto con un magnífico gusto y pensado hasta el mínimo detalle. Habitaciones dignas de los relais chateaux mas exquisitos. Y qué decir de la cocina...casera y con productos suyos, todo un manjar!! En definitiva, tras la dolorosa vuelta a la realidad urbana, estoy deseando volver!!!