El Resort es super cómodo, las habitaciones super bien cuidadas, amplias y con lujos. Es un lugar ideal para descansar y aislado de la ciudad. La calidad de la comida puede mejorar aunque hay variedad queda la sensación de que no está totalmente fresca o bien cocida.

- Muy mala experiencia. En varias ocaciones me había hospedado en este hotel y esta fue la peor. Instalaciones muy deterioradas. Muchísimas goteras y poca limpieza al respecto (hasta me caí en una de las áreas principales).
- Poca atención en el servicio, poco personal y mala actitud de la mayoría. Malas caras, tardanza excesiva.
- En los restaurantes NO cumplían con la distancia mínima requerida entre mesas, al contrario! Todos afilados para poder abastecerse con el servicio tan carente que tienen. Poca limpieza e higiene en cuanto al COVID. Algunas veces ni siquiera desinfectaban las mesas. En los restaurantes con reservación nos dejaban esperando hasta 40 minutos y todo llenísimo como si no hubiera pandemia o restricciones de capacidad.
- En la playa quitaban o amontonaban los camastros para que no te pudieras instalar fácilmente. Los camastros de las albercas llenos de hongos. En la alberca de niños no te dejaban estar (Ni modo que dejes a los niños solos, eso está FATAL), además que en ninguna parte especifica las edades de las personas para estar en esa zona y obviamente los que estamos es porque estamos cuidando a nuestros hijos.
- El room service lentísimo! Tuve que hablar varias veces al día (tooodos los días) para que me pudieran llevar agua a la habitación porque ni siquiera eso resurtían.
- Llenísimo el hotel (no creo que se esté respetando el % máximo de capacidad por pandemia).
- En general, bajó muchísimo su calidad en servicio, instalaciones, limpieza y atención.
- Comida regular.