Hicimos el camino en bici 8 amigos, nos pusieron en dos habitaciones de 4. Los baños son compartidos. Hay espacio seguro donde dejar las bicis. Están en medio del bosque y por lo tanto ofrecen cena y desayuno. Con la cena no nos ofrecían opciones pero sí que nos hicieron las tortillas como las pedimos, algunos de patatas, otros de queso y otros francesa. Estaban todas riquísimas! y la de patata un poco líquida que era una delicia.
El desayuno estaba bien, pero cobran más si quieres añadir zumo (cosa que entiendo si el zumo fuese exprimido de narajas) pero no lo entendí al ser zumo de bote.
Sitio excelente, muy nuevo y muy limpio, hemos estado una estancia muy larga y es increíble para el descanso, habitaciones muy confortables. Comida de primerísima calidad y muy buena, recomiendo mucho el menú. Instalaciones en perfecto estado, ubicado en plena naturaleza. María y Alex, los dueños, son gente encantadora y muy acogedora, muy implicados y muy atentos. Pensamos repetir!
Es un hotel rural muy bonito, limpio y cuidado.
El dueño un ejemplo de persona joven y emprendedora que se preocupa de dar a sus clientes lo que necesitan durante su estancia.
Un sitio espectacular. Totalmente recomendable para peregrinos, parejas, grupos de amigos y cualquier persona que quiera estar en contacto con la naturaleza. Muchísima luz, rodeado de robles y castaños. El responsable, todo un encanto.