Hemos estado dos noches en la Posada Las Cañas y gracias a la excelente atención recibida de parte de Sol y Gastón , guardamos el mejor recuerdo de Fiambala.
La arquitectura de la posada tiene las características constructivas de la zona (adobe, cañas, pisos rústicos, con carpetas multicolores provenientes de los telares de la región.)
Gastón nos brindo información sobre geografía, historia y arquitectura de la zona que junto con el complemento indispensable de la visita al museo de Fiambala, nos permitió en su conjunto , disfrutar de un rincón maravilloso de nuestro país.
La parrilla y horno de barro constituyen una invitación para disfrutar de un buen asado bajo las estrellas del cielo catamarqueño.
Una mención aparte para el completo desayuno en un ambiente por demás especial.
recomendamos totalmente Posada Las cañas.