Escogimos este local y nos ha encajado. Las raciones están bien, quizás otras personas a las que le gusten mucha cantidad las vean escasas pero para nosotros calidad, cantidad y precio nos pareció ajustado .
Buena y rápida atención.
Vino Godello de la casa bien
Salpicon de bonito
Pimientos del padrón
Boquerón ahumado
Queso Gallego

Fuimos a este local , porque nos dijeron, que allí, se podía comer con mascotas. Cuando llegamos allí tres adultos y dos perros, el tipo que estaba allí nos perdonó la vida con la mirada. Le preguntamos que si podíamos comer allí y balbuceando sin vocalizar nada, dedujimos “que para comer dentro y sin perros”, sin mirarnos a la cara y prácticamente echándonos. Solo tenía una mesa ocupada así no era para que estuviera tan agobiado. Lo mismo, te lo explican con educación y no pasa nada. Pero la educación ni la tiene ni la tendrá.

Junto a la ría, pero también junto a la carretera. Aparcamiento al lado pero pmazas MUY cortas, vigile la pared si tiene un coche que no sea pequeño.
Mejillones al vapor templaditos, o sea recalentados. Como los chipirones. Un bonito a la plancha demasiado hecho y con ajo triturad encima (siempre mala señal). Buen arroz con leche.
Lugar informal con decoración setentera.
Opción asequible en el pueblo.

Una vergüenza, llego a las 15:15 para comer , sitio bastante y me dice la camarera que no podemos comer, porque cierra cocina a las 16:00, no me parece una hora muy tardía,en fin, pocas ganas de atender me pareció, decir que el día anterior llamé varias veces para reservar y tampoco atendían teléfono

Excelente relación calidad precio con unas vistas inmejorables. Pasamos unos días cerca de Castropol y de los dos sirios en los que cenamos, este fue con diferencia el mejor. Ostras frescas, zamburiñas muy ricas, almejas a la marinera sabrosas. Los postres también ricos (arroz con leche y tarta de la abuela). Lo dicho, para nosotros es el sitio de Castropol en el puerto.