Por fuera parece un sitio un poco "más" de lo que es en verdad, al entrar es más un bareto de pueblo que un restaurante, pedimos rabas y cachopo... soy de Cantabria y cuando leo rabas espero pues unas rabas de verdad, no me gustó el detalle de llamarlo así y lucrarse del nombre cuando sólo eran unos calamares de bolsa, pero aunque la pinta no fuera la correcta debo reconocer que de sabor no estaban mal, el cachopo estaba bueno pero no especificaron el relleno, creímos que al no venir nada sería de jamón y queso pero llevaba pimientos ( cosa que mi pareja odia) pero bueno... lo comimos y estuvo rico pero no como para costar 18 euros ( me pareció un precio excesivo), en definitiva no estuvo mal pero no se si volvería o si lo recomendaría a nadie.