La experiencia ha sido un lujo para nosotros. Queríamos una casa rural en plena Sierra y la casa verde de La Brizna tiene un lugar privilegiado en plena naturaleza. Despertarse y salir a ese porche frente a la sierra es pura vida. La decoración te sorprende pues tiene muchísimos detalles de reciclaje y manualidades. Nieves fue encantadora y nos guió en todo momento. El desayuno estaba empaquetado en una vestirá preciosa con sumo cuidado. En definitiva, cien por cien recomendable.
Estuvimos toda mi familia en la Casa Rural la Brizna, para unos extremeños de Madrid como nosotros un placer volver a casa, pero especialmente esta vez la casa ha sido muy agradable, el sitio espectacular y el trato de Nieves y sus compañeros inmejorables, .... que ricos los desayunos en la casa junto a la chimenea
Volveremos seguro
Las cabañas y la finca son preciosas, se respira una paz y tranquilidad tremendas. Nosotros q íbamos con un perro, ha disfrutado como un loco corriendo x la finca.
Nieves, es una anfitriona maravillosa, y muy detallista.
La recomendamos al100%, y volveremos, xq la experiencia ha sido excepcional.
Hemos pasado una noche en familia en la Casita Roja y la experiencia no ha podido ser mejor.
Para empezar Nieves y Antonio son encantadores, y por su parte todo son facilidades.
La finca tiene unas vistas espectaculares, lo mejor, el bañito en la piscina al anochecer para relajarse con unas vistas increíbles.
La casa, muy coqueta, con todo tipo de detalles.
Sin duda un lugar para descansar y desconectar al que si puedo volveré.
El lugar es una finca a las afueras de Cañamero, con 7 casitas de madera, nosotros estuvimos en la naranja. Una casita decorada con mucho gusto, muy confortable y completa. La finca tiene piscina con zona chill out desde donde ver un precioso atardecer extremeño, tiene unas vistas increíbles.
El desayuno te lo llevan la tarde anterior el nuestro venia en una cesta de mimbre (pan, mantequilla, mermelada, tomate natural, aceite, café,…)
A destacar la dueña Nieves, una persona encantadora, pendiente de todo muy agradecida por el trato.
Muy recomendable y repetiremos seguro.
Grupo de casas en las afueras de Cañamero. Es un lugar con mucho encanto. Vistas increíbles por todos los lados. Estuvimos en la casa naranja. Muy bien decorada, con detalle y limpia. El desayuno te lo dejan la tarde anterior en una cesta en la casa. Tiene una piscina con zona chill out desde donde ves el precioso atardecer extremeño. A mi hija le encantó. Para dormir muy tranquilo.
Para llegar es camino rural sin asfaltar, pero están intentando solucionar el tema. No hay wifi.
Nieves, la dueña, es un encanto de mujer, muy atenta. Lo recomiendo 100%.
Una estancia deliciosa en un paraje único, tiene unas vistas panorámicas increíbles. La casita en la que hemos estado, muy confortable y completa. Nieves, la anfitriona es una mujer única que merece por ella misma la visita.