Situado en la plaza principal de Varsovia es un hotel con habitaciones decoradas todas diferentes. En mi caso me toco una habitación abuhardillada desde la que podía ver la plaza y su animación a cualquier hora. La entrada no está muy señalada. Lo peor la ausencia de ascensor, la recepción está en el primer piso y no se indica en ningún momento en la escalera llegas a ella subiendo las escaleras un piso sin que nadie te informe. Para entrar tienes que llamar a un portero automático. Personal amable. Lo mejor la situación y el precio