Elegimos el Sofitel para una corta escapada a Varsovia y quedamos encantados. La ubicación es perfecta para conocer el centro histórico de la ciudad, con facilidades de transporte cercanas, las instalaciones son lujosas y el servicio es muy esmerado. Todo ello a sorprendentes bajos precios en comparación con hoteles similares en otras ciudades europeas.
Las habitaciones son amplias, con todas las comodidades y procuran un sueño agradable y placentero. Cuentan con todas las amenidades posibles, aire acondicionado, televisión por cable, sistema de sonido, cafetera, minibar, etc. Tomamos una triple y resultó lo suficientemente grande para la familia.
El desayuno es variado y servido en instalaciones de muy buen gusto, luminosas y en estilo moderno. Además de variedad de opciones en el bufet, también se ofrecen preparaciones al momento para complementarlo. El servicio de bar y restuarante también es muy bueno y a precios accesibles, incluso para un hotel de la categoría.
Finalmente, el hotel cuenta con instalaciones de piscina y spa, también de muy bello diseño, ideal tras un día de recorrer la ciudad y relajarse, una oferta muy completa. Un hotel totalmente recomendable.