Quien puede imaginar que al llegar a Belice al aeropuerto y tomar carretera para Belmopan o San Ignacio, donde no hay nada interesante donde parar se puede encontrar en medio la nada un restaurante tan especial. Es una parada obligada al llegara Belice.
Es un lugar ideal para familias y grupos grandes ya que es grande. Esta decorado de una manera particular con regalos dejan los viajeros o turistas en sus paradas en el, esto lo hace muy pintoresco y especial. La decoración en general no es de lujo, pero el lugar es fresco, agradable y tiene una zona de distracción para los niños. Tiene en la entrada varios arboles llenos de flores que le dan una vista bonita.
Cuenta con varios empleados disponibles en ofrecer la mejora atención, con un menú muy variado y extenso.
Pueden ir probando cada plato a medida que pasen por ahí si se va o viene por la zona ya que todos son buenos. Se los digo por experiencia, no me ha defraudado ninguno. Los precios varían depende del plato pero en general son aceptables. Siempre me voy de Belice este es el lugar donde voy a almorzar, es una costumbre.