La calle más caótica de Bangkock, una locura constante.
Fuimos por la noche a visitarla y recomiendo la visita porque es diferente desde luego pero mejor de paso. Según inicias la calle, se te va acercando gente cada dos metros para ofrecerte todo tipo de cosas, (comer insectos, gas de la risa, marihuana, los mejores pussys de Bangkock, espectáculos variopintos, locales de música, masajes souvenirs...) si no quieres parar cada dos metros no establezcas contacto visual.
La música está altísima y con tanto tráfico de gente, solo atravesar la calle te puede costar más de 10 minutos sin detenerte en ningún puesto. Por otro lado si quieres una noche de desparrame máximo, éste es tu lugar.
Nosotros cenamos y nos tomamos algo en la calle de al lado justo que también tiene muy buen ambiente con locales con música en directo e hicimos un par de veces el recorrido del infierno.
Vale la pena acercarse.