Al llegar al hotel, repetimos lo indicado en la reserva por booking: por favor habitacion tranquila y de no fumadores. El recepcionista nos dijo que por supuesto y que no nos preocupáramos. Al llegar a la habitación, vimos que estaba frente al ascensor que además es de los que hacen el típico "ding" agudo al llegar a la planta.

Bajamos de nuevo y le indicamos que esa no era nuestra idea de una habitación tranquila. El recepcionista se mosquea y nos cambia de habitación a la más pequeña en la misma planta: la 506, que no creo que tenga los 35 m2 de la reserva, con manchas de goteras en el techo y pared. Era tarde, las maletas ya estaban en la puerta y optamos por no discutir ni demorar más la entrada.

Al salir a cenar y al volver ni siquiera nos saludo el recepcionista, verdaderamente un impresentable.....

El desayuno normal, con amplia variedad, pero algunos productos claramente de hace varios días, como los panes y los quesos. Atención correcta.

Estuvimos con mi familia en este hotel, piezas muy modernas, alejado del ruido, seguro.
Sin embargo, las personas que trabajan ahí son alteradas, gritan a las personas, mal nivel de respuesta frente a cada situación... Me hicieron sentir muy incomoda a mí y a mi familia, por más que el hotel haya tenido buenas piezas. Iría a otro lugar para la próxima..
Muy muy alejado de todo, sin embargo en Amman todo es a grandes distancia, por lo que eso no sería mucho el tema de dónde quedarse, ya que igual debes ir en taxi a todos lados y es barato.